La leyenda del boxeo mundial, el panameño Roberto Durán, compartió este sábado en redes sociales un escrito para conmemorar los 40 años de su campeonato en el peso welter ante el entonces campeón Sugar Ray Leonard. (Ver Video )
“Buenas tardes familia. Un día como hoy, hace 40 años, me coroné Campeón peso Welter, arrebatándole el invicto al campeón Leonard, en lo que fue una de las peleas más importantes de mi carrera profesional. ¡Qué sentimiento más bonito fue poder llevarles ese título a Panamá!”, escribió el expúgil canalero.
La pelea se programó para el 20 de junio de 1980, en el estadio Olímpico de Montreal, donde se congregaron 46.317 personas. Ese tremendo choque de estilos era también un choque de personalidades. Leonard, en ese tiempo, parecía un genuino producto en donde se mezclaba la calidad y el marketing. Durán era el clásico latino provocador y voraz. “Leonard es muy bueno, pero es un invento de la televisión”, había dicho Durán, resumiendo en una frase lo que muchos no se habían animado a exponer de otra manera.
Bob Arum, viejo zorro del boxeo que sigue siendo viejo y más zorro que nunca hoy, representaba a Leonard. Don King era el promotor de El Cholo.
El panameño se iba a llevar un millón y medio de dólares, la bolsa más grande de su vida. Leonard tenía asegurado un mínimo de 7 millones y medio y un máximo de 10 millones.
Leonard, favorito en las apuestas, tenía 24 años y un record inmaculado de 27 peleas, todas ganadas y 18 nocauts. Durán, a los 29, sumaba ni más ni menos que 71 peleas ganadas con 56 nocauts y una derrota, ante Esteban de Jesús. Había logrado la corona de los ligeros en el Madison, el 26 de junio de 1972, frente a Ken Buchanan, por nocaut técnico en el 13, en una pelea polémica, surgida de un golpe bajo del que Buchanan no se recuperó del todo. Fue en junio, hay que remarcarlo, porque junio siempre fue un mes complaciente para el Cholo, que nació el 16 de junio de 1951.
Ganó Durán, finalmente, por decisión y no todos quedaron conformes.
Menos Leonard, que logró la revancha en el menor plazo posible, sabiendo que Manos de Piedra no iba a alcanzar el estado de preparación logrado para aquel junio.