No le quedará más remedio a Sebastian Vettel que buscar un nuevo empleo en la Fórmula 1 o fuera de ella. La prensa alemana especializada, Auto Motor und Sport (Amus), informó de madrugada que Sebastian Vettel y Ferrari habían roto. Ferrari lo confirmó en una nota oficial a las nueve de la mañana. La negociación que mantenían para renovar el contrato del piloto ha concluido sin acuerdo, por lo que la situación abocará a Vettel a la retirada al final de año. Esta fractura abre la puerta del equipo italiano a Carlos Sainz, candidato a ocupar el puesto en competencia con un rival duro que ya ha ganado carreras en la Fórmula 1, Daniel Ricciardo.
El contrato de tres años del germano vence al final de temporada y la oferta que le hizo Mattia Binotto, el jefe de la escudería, era muy insuficiente para el cuatro veces campeón del mundo con Red Bull. Un año y rebaja de salario.
Vettel resumió así la ruptura. «Para obtener los mejores resultados posibles en este deporte, es vital que todas las partes trabajen en perfecta armonía. El equipo y yo nos hemos dado cuenta de que ya no existe un común deseo de permanecer juntos más allá del final de esta temporada. Los asuntos financieros no han jugado ningún papel en esta decisión conjunta».
«Uno necesita usar su imaginación y adoptar un nuevo enfoque para una situación que ha cambiado. Yo mismo me tomaré el tiempo que necesito para reflexionar sobre lo que realmente importa cuando se trata de mi futuro», añadió Vettel.
El piloto de 32 años quería un contrato más extenso y otro trato. Pero Ferrari estableció desde hace tiempo sus prioridades. En diciembre anunció la renovación por cinco temporadas de Charles Leclerc, convertido ya en el piloto franquicia de la escudería italiana.
Vettel no podrá ir a Mercedes, si Hamilton renueva como se asegura por la marca alemana. Tampoco a Red Bull, su antigua casa, donde Max Verstappen aparece como un enemigo feroz. Solo le quedaría la opción de McLaren entre los equipos punteros. Desde Alemania se desliza que Vettel acabará por retirarse en diciembre de 2020.
Este movimiento abre la puerta de Ferrari a Carlos Sainz, quien estos días está negociando su renovación con McLaren. Pero el madrileño no ha cerrado el acuerdo porque esperaba a la confirmación de este giro en el tablero. Sin Vettel, tiene opciones reales de ser contratado por Ferrari.
Su adversario en este momento es Daniel Ricciardo, el australiano criado en Red Bull, ganador de siete carreras de Fórmula 1 con el equipo de las bebidas energéticas y que se marchó a Renault por veinte millones brutos anuales. No ha triunfado en la marca francesa en su primer año.
Fernando Alonso, mentor de Sainz, dijo el domingo que «Carlos siempre lo ha hecho bien con rivales duros. Es bueno para España y espero que tenga un buen futuro». Otra cuestión es que sea el propio Alonso quien desee ese volante libre para su regreso a la Fórmula 1. Cuestión difícil, pero cosas más raras se han visto. Hoy, casualidades de la vida, se cumplen siete años de la última victoria de Alonso en la Fórmula 1. 2013, Montmeló, Gran Premio de España, conduciendo un Ferrari.