Por Karina Elián Salinas
Factores como la cultura e idiosincrasia determinan en gran medida los gustos musicales de las comunidades, es por ello que el traslado de sonidos de un sitio a otro a lo largo del tiempo, ha sido de vital importancia para romper con las barreras melódicas.
Dichas migraciones de notas, forjaron la base para la consolidación del jazz en Europa, ya que músicos como “Benny Carter”, “Dexter Gordon”, “Chet Baker”, entre muchos más, llevaron las armonías de Nueva Orleáns hasta el otro lado del océano, para fundirse con sus homólogos europeos.
Como resultado de este mestizaje musical que marcó el futuro del jazz, en España surgió la habilidad detrás de las gafas negras del músico barcelonés “Tete Montoliu”, quien a pesar de las adversidades; como su ceguera de nacimiento, logró éxito internacional brillando con luz propia.
Los orígenes musicales de “Tete”, florecieron desde familia debido a la apasionada afición al jazz por parte de su madre y las interpretaciones de su padre al ser miembro de la “Banda Municipal” y de “La Gran Orquesta del Liceo”.
Con tan sólo cuatro años de edad realizó sus primeros compases de pequeñas piezas clásicas, y continuando sus estudios como niño prodigio realizó un curso de música en la “Escuela de Ciegos de Barcelona”, y en el “Conservatorio Superior de Música”, posteriormente se adentró en las notas sincopadas principalmente atraído por la interpretación de otro gran pianista ciego, el maestro “Art Tatum”.
Al comenzar sus presentaciones en un pequeño “pub” barcelonés, “Montoliu” tuvo la suerte de ser descubierto por el maestro del vibráfono “Lionel Hampton”, quien impresionado por la expresividad del pianista español, lo invitó a sumarse a la gira europea de su banda, desde entonces el talento de “Tete” lo llevaría a tocar con grandes iconos como “John Coltrane” y “Paquito D´Rivera”.
A finales de los cincuenta daría sus primeros recitales en Nueva York, en el célebre club “Up of the Gate”, siendo distinguido como el mejor pianista europeo de jazz por sus propios compañeros.
Con más de setenta discos grabados en diferentes formatos, destacan “Body and Soul”, Tete a Tete”, “The Man from Barcelona”, al igual que el extraordinario y último álbum del músico: “Tete en el San Juan”, grabado en directo desde Madrid.
Monteliu fue uno de las primeras figuras en tomar la estafeta como pionero del jazz en Europa, logrando reconocimiento por gran parte de la opinión pública apuntando hasta el día de hoy, estar en deuda con el músico ya que gracias a él, en España… existe jazz.