La NFL es una de las ligas mas poderosas del mundo y también una de las que más basan su historia en la frialdad de los números, de las cifras que hablan por sí solas de la eficacia de jugadores, entrenadores y equipos.
A la vista de cualquier aficionado siempre brillarán más aquellos que más títulos han conquistado o que más victorias han logrado, aquellos que más anotaciones han conseguido o que más puntos han acumulado. Sin embargo siempre habrá también otros cuya carrera, sin tantos reflectores ni trofeos, reúna características de jerarquía basadas en lo que para muchos no es fácil de notar como las estadísticas.
Así y pese a su salida de los Cargadores de los Angeles, dónde para la mayor parte de la crítica no ganó nada, Philip Rivers, ahora con Indianapolis, podrá unirse a un selecto club de mariscales de campo que en 100 años de historia de la NFL y después de ganar 100 o más partidos, defenderán otros colores en otra etapa o en el ocaso de su carrera, algo que también conseguirá el más ganador de todos los quarterbacks, Tom Brady, el expatriota de Nueva Inglaterra y hoy nuevo Bucanero de Tampa Bay.
La muy corta lista tiene nombres ilustres y totalmente de élite con Peyton Manning que condujo a los Potros a más de 100 triunfos antes de pasar a los Broncos; con Brett Favre que logró algo similar en Green Bay antes de fichar para Minnesota; o con Joe Montana que hizo historia en San Francisco antes de cerrar su carrera en Kansas City, además de Johnny Unitas que lo hizo con los Colts antes de emigrar a San Diego.
La diferencia entre Brady y Rivers es que Tom, con 219 triunfos en la franquicia de Boston, será el QB con mayor número de victorias en un equipo y que jugará después en otro, superando los 186 triunfos que lograron Favre y el mayor de los hermanos Manning, mientras que Philip, el otro invitado al Club, “solamente” ganó 123 duelos antes de pasar a los Colts para éste atribulado 2020.
