Este lunes, después de dos meses, reabrió sus puertas al público la Basílica de San Pedro en el Vaticano, un sitio especial para millones de personas de todo el mundo y un lugar donde también se desatan otras pasiones además de la religiosa, como el futbol.
Y es que muchos no saben que en este pequeño país, el más pequeño del mundo, en tan sólo medio kilómetro cuadrado de superficie y con apenas 900 residentes fijos, el futbol ha logrado escabullirse entre sus pocas calles, entre sus monumento históricos y sagrados, para dar rienda suelta al deseo de patear un balón y de celebrar un gol, algo que contrasta pero a la vez combina muy bien con la solemnidad con la que se llevan a cabo todos los eventos en la gran sede de la iglesia católica.
El Vaticano es uno de los pocos estados soberanos que no forma parte de la FIFA, pero si tiene su propia estructura con 8 equipos amateurs, una selección nacional masculina y otra femenina, tres torneos oficiales cada año (Liga, Copa y Supercopa) y hasta su propio mundial.
Prácticamente todos sus clubes están formados por trabajadores de la Santa Sede o por sus familiares y los partidos se programan en horarios que no interfieran con sus labores diarias, con la gran ventaja de que no tienen que desplazarse a otras plazas o ciudades porque todo su calendario se desarrolla en los campos de su propia liga (afuera de sus fronteras), la cuál fue fundada legalmente en 1972 al igual que su Federación, aunque realmente en el Vaticano hay futbol organizado prácticamente desde el fin de la segunda guerra mundial.
Clubes:Museos VaticanosGuardia SuizaTelecomunicaciones vaticanas Archivo Secreto Universidad Pontificia Dirseco Fortitudo 2007 Hospital Pediátrico Bambino Gesú
El Director Técnico de las dos selecciones es Gianfranco Guadagnoli. La masculina disputó su primer partido oficial en 1994 y ha creado una fuerte rivalidad con el representativo del Principado de Mónaco, mientras que la femenina, que apenas se formó en el 2019, ya tuvo su primer duelo amistoso ante las chicas del A.S.Roma, el cuál perdieron por 10 a 0.
El Mundial del Vaticano es la “Clericus Cup” que se disputa cada año entre 16 equipos de Seminarios y Colegios eclesiásticos de Roma, pero reuniendo a jugadores procedentes de diversas partes del mundo, como iba precisamente a suceder el pasado 8 de marzo en la edición 14 de la “Clericus Cup” con 330 seminaristas de 70 naciones, hasta que la competencia debió suspenderse por la pandemia.
Los actuales campeones de este son los cuatro veces monarcas “Leones de África” del Pontificio Colegio Urbano de Propaganda Fide.