Tras comprobarse su participación en el arreglo de al menos 20 partidos, el tenista egipcio de apenas 21 años de edad, Youssef Hossam, fue expulsado de por vida del deporte blanco profesional.
La sanción fue determinada por la Unidad para la Integridad del Tenis después de una larga y exhaustiva investigación en cuyo seguimiento se halló responsable a Youssef de transgredir 21 normas de anticorrupción, por lo que una sanción de por vida era más que lógica, congruente y obligada, además de que será demandado judicialmente en otras instancias a las que el egipcio deberá de responder en su momento.
Este escandoloso comportamiento se gestó entre 2015 y 2019, cuatro años en los que Hossam participó en innumerables torneos de bajo nivel, conspirando junto con otros jugadores para acordar resultados, sets, partidos y puntos, beneficiandose con millonarias ganancias surgidas de apuestas tanto legales como ilegales, algo que las mafias de este bajo mundo manejan a la perfección al tratarse supuestamente de eventos pico mediáticos y por ende poco vigilados, sobre todo por los medios de comunicación, lo que muchas veces facilita amaños y arreglos en situaciones aparentemente normales y a primera vista honestas.
A Youssef se le fue acorralando hasta reunir las pruebas suficientes para sancionarlo, tal y como ya alguna vez sucedió con su hermano Karim, quien también fue expulsado del tenis por prácticas similares.
La IUT es una organización operacionalmente independiente creada en el 2008 y con sede en Londres, dedicada a combatir cualquier intento por incidir negativamente en un partido, estableciendo para ello un reglamento que rige por encima de todos los eventos internacionales de tenis y que vigila acciones de todos los actores del juego como tenistas, entrenadores, jueces y también directivos.