Por Karina Elián Salinas
Existen escritores que en una frase logran dibujar un mundo entero, ese es el caso del escritor mexicano “Carlos Monsiváis”.
El autor contemporáneo practicó géneros como el cuento y la fábula, pero su mayor aportación se encuentra en la crónica y el ensayo; en los que resalta la ironía, como crítica mordaz, al igual que la sátira política.
Su peculiar estilo literario le permitió ser reconocido como una de las figuras más importantes del panorama cultural hispánico.
A pesar de haber publicado más de cincuenta libros, la mayor parte de su trabajo se encuentra plasmado en revistas y semanarios. Otra parte de su obra se encuentra en las entrevistas que ofreció a medios nacionales y extranjeros.
Colaboró en diversos suplementos culturales y en los principales diarios de México, convirtiéndose también en editorialista en diferentes medios de comunicación.
Desde el inicio de su carrera periodística Monsiváis inclinó su perspectiva crítica hacia fenómenos culturales, sociales y literarios que implicaran un avance de las ideas progresistas.
A partir de esta ideología surgió su interés por los derechos de las minorías sociales, el desarrollo de la educación pública y el fomento a la lectura.
El cine nacional fue otro de los temas de interés para el cronista, inspirándolo a escribir ensayos sobre el tema expuestos en el libro titulado “Rostros del cine mexicano”, en el cual realizó un análisis de momentos claves de la época de oro del cine nacional, ilustrados con una amplia selección de fotografías.
Esta antología logró el reconocimiento de varios autores, ya que logró fusionar la estética y la emoción de las grandes figuras que interpretaron papeles inmortales narrados con el ingenio y humor del escritor.
Cuando recordamos la potencia creativa y el toque singular en la obra literaria de Carlos Monsiváis, podemos apreciar porque llegó a ser considerado el máximo exponente de la crónica moderna en México.