Keane – Under the Iron Sea (2006)
Por Alex Rodríguez
Es un álbum producido por Andy Green y salió al mercado el 1 de enero del 2006, un álbum donde Keane venía de un éxito comercial y figuraba como un nuevo grupo destinado a ganarse el mercado con su género brit-pop.
Fueron acogidos con entusiasmo por un público masivo y más con el éxito que tuvo “Hopes and Fears”, que estaba lleno de éxitos y ahora son temas memorables.
Poco antes de editar este esperado segundo disco, declaraciones de la banda sorprendían anunciando un sonido más duro y oscuro, afectado por las cosas que han sucedido en el mundo desde que ganaran la fama con su debut. Un segundo disco que tanto fans como los “no tan fans” esperarían con ganas, para contrastar que Keane es una banda real o que sería una banda de solo un momento que pasaría pronto a la historia.
Canciones
“Is It Any Wonder?”, uno de los mejores temas de Keane un sonido maduro y daba algo de credibilidad a este giro. Un tema más movido que era algo diferente a sus temas anteriores. Tenía una producción muy pulida, con sonido de guitarra que en realidad son pianos con pedales de efectos.
“Put It Behind You”, que recupera el ritmo afortunadamente recordando esta vez a los Manic Street Preachers, de lo mejor del disco sin lugar a dudas con un oscuro desarrollo final que no es sino un bonus track que separa dos partes del álbum.
“Atlantic”, envolvente y místico, con ecos al estilo de Radiohead.
“A Bad Dream”, es una balada que cierra con un guiño que hace pensar si no estaba hecha para preceder a “Is It Any Wonder?” en un principio. Es una de las amargas reflexiones sobre la situación mundial a las que se referían. Aunque la calma desnuda de “Hamburg Son” demuestra que siempre encuentran la salida en el tema universal, el amor.
“Nothing in my way” puede recordar a “Somewhere Only We Know”, hecho por una base de piano constante y alcanzando interés al final con la superposición vocal.
Lo mismo podría decirse de la intensidad de “Leaving So Soon?” o el cierre de “The Frog Prince”, que parece movida por una caja de ritmos y se va poco a poco revistiendo de toda la carga de Keane. Sonidos que encontrabas en “Hopes and Fears”.
“Crystal Ball”, canción que a pesar de contar con una de las melodías más logradas, evocando a Coldplay, peca de un tanto recargada y repetitiva, además de una letra un tanto ridícula.
Es un disco que requiere que escuches para juzgar su potencial y que tuvo ligeros cambios, conserva las cualidades que han propiciado el éxito de Keane.
Tiene todo la dulzura melódica, la voz del clásico chico del coro que posee Tom Chaplin y los ambientes que Tim Rice-Oxley extrae de los teclados. La mención especial para la carátula que fue obra del finlandés Sanna Annukka.
Vale la pena que lo escuches.