Por René Sánchez
Esta vez no hubo sorpresa. Minnesota no pudo con el mejor equipo de la Conferencia Nacional y cayó 27-10 con San Francisco, que tuvo un afortunado debut en playoffs de su mariscal de campo Jimmy Garoppolo.
En su primera ofensiva los 49s lograron su primer touchdown con un pase corto de 3 yardas, pero fuerte preciso por el centro de Jimmy G a Kendrick Bourne. 7-0 para los californianos con el extra de Robbie Gould.
En el mismo primer cuarto los Vikingos empataron cifras con un pase de Kirk Cousins a Stefon Diggs quien llevó la pelota hasta las diagonales 41 yardas para poner el 7-7 gracias también a la certera patada de Dan Bailey.
En el segundo período Coleman le puso poder a sus piernas y rebasó la yarda necesaria para devolver la ventaja a San Francisco 14-7 pues Robbie Gould también volvió a acertar desde el piso.
Pero Vikingos recobró terreno gracias a un error de Garoppolo. Intercepción de Kendricks. Y aunque Vikingos no pudo anotar al menos consiguió el gol de campo de Bailey de 39 yardas para ponerse 14-10 y terminar así la primera mitad.
Al volver al terreno de juego Cousins devolvió la cortesía con otra intercepción, ésta de Sherman llevando el ovoide hasta la yarda 49 de Minnesota, un regalo que no despreció Garoppolo culminando la serie con la segunda anotación de Coleman y el extra de Gould, lo que aumentó la ventaja de los 49ers a 24-10 y así siguieron hasta el último cuarto donde de nuevo Gould fue atinado para conseguir 3 puntos más desde la yarda 21 poniendo muy negro el panorama Vikingo 27-10.
Un fumble a mitad de campo y faltando 1:49 en el reloj todavía le dió esperanza a los visitantes pero Cousins ya no tuvo argumentos para cambiar algo y San Francisco se quedó con el triunfo 27-10.
A casi tres años de haber llegado a San Francisco (febrero del 2017), Kyle Shanahan tiene a los 49ers muy cerca del Super Bowl, que no disputan desde el 2013 y que no ganan desde 1995, hace ya 25 años.