Además de las grandes leyendas del tenis en cuanto a los números en la cancha, existen otras que también destacan por su activismo dentro del campo deportivo, el cual incluso se engloba a otros sectores.
La historia de la tenista serbia Ana Ivanovíc es prueba de ello, pues dio un gran salto de las canchas hasta ser voz activa en Unicef.
Aprendamos más sobre la carrera de la deportista:
En el 2008 fue el año del repunte en su carrera: se convirtió en la reina del Ronald Garros. Consiguió su primer Grand Slam al ganar la final de individuales femeninos del Abierto de tenis en Francia, imponiéndose a la rusa Dinara Safina. Cabe resaltar que esta era la tercera final que disputaba. Además, en ese mismo año llegó a semifinales en Wimbledon y en el WTA Tour Championships. A partir de esta gran hazaña, la serbia comenzó a visualizar un futuro exitoso.
SU INICIO Y RETIRO DEL TENIS
El amor de Ana Ivanović hacia el tenis inició cuando apenas tenía cinco años, después de ver en la televisión un partido de Mónica Seles quien también es una ex tenista serbia. Desde entonces se formaría en Suiza, para comenzar a jugar de manera profesional en el 2003.
Después de cosechar grandes triunfos, siendo su mejor año el 2008, su juego entraría en declive a partir del 2015, ya que un año antes fue su última buena temporada con cuatro victorias finales en Auckland, Monterrey, Birmingham y Tokio.
Su retiro del deporte de raqueta ocurrió en 2016 cuando tenía 29 años de edad. Las lesiones fueron el motivo, por lo que explicó:
“Estos últimos años fueron una lucha permanente contra las lesiones…
No tengo ninguna ambición de volver ni como entrenadora. Estoy muy contenta de la carrera que he tenido. Ahora, es el momento de intentar otra cosa”.
SUS PASOS HACIA UNICEF EN PRO DEL DEPORTE
En septiembre de 2007, fue nombrada Embajadora de buena voluntad del UNICEF por Serbia. A partir de entonces, tomó especial interés en educación infantil y en la protección de menores; visita colegios fomentando los estudios y el deporte entre los más jóvenes.
Dentro de esta pandemia ha sido parte activa, pues desde el comienzo de la crisis, UNICEF ha estado cooperando estrechamente con la Organización Mundial de la Salud, los gobiernos y otros socios para ayudar a prevenir y detener la propagación del virus, salvar vidas y mitigar los efectos adversos de la pandemia en el sistema de atención médica, servicios de protección social y educación infantil.
Las y los embajadores desempeñan un papel importante en la activación de las actividades de solidaridad y filantropía: a través de sus acciones e influencia, movilizan el apoyo y la asistencia para los niños y la realización de sus derechos.
Como embajadora del UNICEF en Serbia, Ana respondió de inmediato a esta crisis. Hizo una donación personal y movilizó a sus socios y amigos del sector empresarial para proporcionar tantos ventiladores como sea posible a Serbia.
Sobre esta acción, la representante de UNICEF en Serbia, Regina De Dominicis, elogió y admiró el trabajo de la ex tenista como embajadora de su país.
