Por René Sánchez
Operado de urgencia por una hemorragia cerebral, David Stern, el Comisionado emérito de la NBA, es reportado en estado grave, pero estable y recuperándose en un Hospital neoyorquino, adonde ya muchos directivos de la Liga Profesional de Baloncesto y la prensa se han acercado para conocer los pormenores del estado de salud del hombre que durante 30 años, de 1984 al 2014, generó el enorme crecimiento deportivo y económico del que hoy goza la NBA.
Bajo su mandato la liga aceptó siete nuevas franquicias y colaboró para la mudanza de otras seis buscando siempre un saludable equilibrio entre el aspecto deportivo y el negocio económico, logrando además la internacionalización de uno de los deportes más populares en la Unión Americana.
Con su conocimiento y experiencia empresarial David Stern fue el artífice del impresionante aumento en el valor de la NBA como un producto de consumo de alta calidad vendiendo los derechos de transmisión y de comercialización 40 veces más caros que en otras épocas aumentando también el rating y los salarios promedio de jugadores y entrenadores e incluso de los árbitros, lo que por añadidura ha elevado el nivel de juego y la competitividad temporada tras temporada.
Stern, de 77 años, creo también los reglamentos o códigos de conducta y de vestimenta para como dijo algún día “darle mayor mayor seriedad y disciplina a la liga” que antes padecía constantemente por las acciones inmaduras de los jóvenes jugadores.
Incluido en el Salón de la Fama del baloncesto, Stern también fue pieza clave para que las grandes estrellas de la NBA quisieran y pudieran participar, aún como profesionales, en los Juegos Olímpicos con aquellas quintetas (y sus suplentes) extraordinarias que todo el mundo disfruto como el “Dream Team”.