Por René Sánchez
La Selección Mexicana de Futbol de Playa se quedó hoy sin Director Técnico, sin Ramón Raya, informó el mismo exDT.
Cuando para cumplir con una labor se cuenta con todas las herramientas necesarias es normal que haya una gran exigencia para la entrega de buenos resultados.
Cuando existe un proyecto bien armado, con metas claras, con objetivos a corto, mediano y largo plazo, con una misión concreta y con una visión que permita ir más allá de lo tangible, entonces es más fácil trabajar de manera armoniosa y ordenada.
Cuando a todas las áreas de una empresa se le dan, bajo ciertas premisas o prioridades, las mismas oportunidades de crecimiento y desarrollo, es lógico crear un ambiente altamente motivante para quienes la conforman.
Pero, ¿qué pasa si es al contrario? Si no se tiene todo lo necesario a la mano. Si no existe ningún plan ni tampoco una ruta bien pensada para ejecutar acciones. Si no hay nada más allá del horizonte que solamente entrenar y competir sin saber para qué. Qué pasa si nadie le da la importancia adecuada y a la medida a cada cosa. Pues simplemente “no pasa nada”.
Y así sucedió con la Selección Mexicana de Futbol de Playa que hoy se quedó sin Director Técnico, sin Ramón Raya, aquel que se animó hace más de 12 años a dirigir un equipo piloto para un evento de la FIFA y que lo llevó hasta la final y el subcampeonato en Brasil en el 2007.
El mismo que calificó al Tri playero a seis Copas del Mundo. El que conquistó varios títulos de Concacaf y que fue reconocido por este organismo y la propia FIFA para formar parte de su grupo de instructores y analistas en la Comisión Técnica.
Quien buscó darle a los jugadores algo más que solamente una playera verde para defender y representar al país. Quien trató de hacer crecer una especialidad en México, sin una liga ni un torneo y muchos menos un padrón de futbolistas profesionales del cuál echar mano.
Es cierto que los últimos resultados fueron pésimos y que todo parecía ir en retroceso, pero qué se puede esperar cuando a nadie le ha interesado apoyar de verdad, no solamente con un salario o bonitos uniformes. Qué más podía pasar si en otros países y federaciones se han preocupado por evolucionar y aquí no.
¿Qué harán ahora en la FMF? ¿A quién traerán? ¿A un mexicano o a un extranjero? ¿Le ayudarán o también lo dejarán sólo como a Ramón Raya? Esa es la única y gran duda que ojalá pronto nos resuelvan porque ya que se ha perdido demasiado tiempo.