Por René Sánchez
El primer capítulo de las semifinales pudo ser desastroso para Necaxa y aunque perdió 2 a 1 en Monterrey, la realidad es que los Rayos salieron vivos todavía porque pudieron haberse ido goleados y con mucha desventaja para la vuelta en Aguascalientes.
La primera parte fue totalmente rayada. Los norteños llegaron por todos lados, pero sobre todo por el costado derecho por dónde aparecían Medina o Pabon e incluso Carlitos Rodríguez, con grandes espacios que no veía cómo cubrir el cuadro rojiblanco, asfixiado, desconcertado, descontrolado por las constantes llegadas del Monterrey que hicieron crecer la figura de Hugo González, quien salvó por lo menos 3 goles cantados de los locales.
En la única jugada que no pudo hacer nada el arquero rojiblanco fue en el doble remate de Jesús Gallardo quien marcó antes de los 10 minutos el primer tanto del partido en el que Memo Vázquez mandó una marca personal, de Fernando Meza, sobre Rodolfo Pizarro, el distribuidor en el esquema de Mohamed.
La historia no cambió mucho en la segunda parte con el cuadro regio muy superior, hasta que aprovechando un error de ubicación de la defensa local Mauro Quiroga, el Campeón de Goleo junto con Alan Pulido, se escapó hasta el área para vencer el manotazo de Barovero y así en su única llegada el Necaxa igualaba el partido, aunque el gusto realmente duró poco porque rayando el minuto 70 el grandote holandés Vincent Janssen metió el cuerpo dentro del área para proteger el balón y con tremendo zurdazo le devolvió la ventaja a los de la Sultana que siguieron intentando hasta el final del partido pero sin ser certeros ante el marco.
Así, por el gol de visita, con un triunfo de uno por cero le alcanzaría al Necaxa para llegar a la gran final, mientras que a los Rayados les basta un empate en el Victoria para conquistar su boleto y viajar el domingo a Qatar hacia el Mundial de Clubes antes de disputar el trofeo del Apertura.
