LA VUELTA AL MUNDO EN OCHENTA DÍAS
Por Karina Elián Salinas
Existe un libro que nos invita a un viaje lleno de intensas aventuras y lo mejor es que nos enseña que se pueden vivir en tan solo ochenta días.
Indudablemente el nombre del escritor francés “Julio Verne”, salta a nuestra mente de manera inmediata, al recordar la novela “La vuelta en mundo en ochenta días”, considerada como su mayor éxito literario.
En esta historia podemos recordar las peripecias del excéntrico inglés “Phileas Fogg”, quién apuesta la mitad de su fortuna en un prestigiado club, comprometiéndose a recorrer el mundo precisamente en ese lapso de tiempo.
¿Y qué sería de un viaje literario sin problemas que resolver?, por lo que no podemos olvidarnos del “recién contratado” mayordomo francés “Jean Passepartout”, quién se involucra en diversos conflictos al cuidar en todo momento hasta el más mínimo detalle de la travesía, debido al perfeccionismo y extrema puntualidad de Fogg.
Días antes de que los aventureros partan, un extraño robo ocurre y el ladrón se da a la fuga, lo que hace pensar al policía de nombre “Fix” que el culpable, sin duda, es Fogg.
Por lo que supone que la apuesta solo es una coartada para huir con el botín, razón por la cual decide perseguirlo en todo el trayecto involucrándose en un sinfín de sucesos.
El viaje emprende el 2 de Octubre de 1872, y (a pesar del título de la obra), solo sé limita a tocar territorio británico a excepción de Japón, debido a que históricamente el “Imperio Victoriano Inglés” se encontraba en el periodo de máxima expansión, por lo que el autor decidió centrar el relato de esta manera.
Conforme avanzan por cada capítulo los personajes hacen uso de todo medio de transporte que encuentran a su paso, desde barcos de vapor, trineos, ferrocarriles hasta en una ocasión de un elefante.
Julio Verne representa un ícono de la ciencia ficción, quién utilizando extraños eventos combinados con singulares personajes creó uno de los relatos más cautivantes de la literatura universal, llevándonos por capítulos que nos invitan a ser parte del itinerario.
