Gran polémica y un alud de críticas ha provocado el documento que la Asociación de Tenis de los Estados Unidos, la USTA, le hará firmar a todos los jugadores que participen en la edición 2020 del US Open.
Según se lee en el texto de excención, la USTA y la ATP no se harán responsables de ninguna de las posibles consecuencias que pueda traer la participación de los tenistas en dicho certamen, incluyendo contagios, afectaciones y hasta la posible muerte por causa del covid-19:”el jugador asume de forma voluntaria total responsabilidad por cualquier riesgo, incluyendo la muerte, que pueda asumir por él o por otras personas con las que se encuentre en contacto, ya sea como resultado de su presencia en las instalaciones, por una negligencia del National Tennis Centre, o por cualquier otro motivo”.
Cierto es que pese a que se establezcan todo tipo de protocolos y que se establezcan reglas de comportamiento y distanciamiento social e incluso toda clase de pruebas y revisiones médicas, siempre habrá un pequeño riesgo de contraer el virus, pero se ha tomado como de muy mal gusto la dureza del escrito cuando señala que los jugadores: “renuncian y se comprometen para siempre a no denunciar a la NTC, a la USTA, ATP, WTA, y a la Ciudad de Nueva York, por cualquier daño, acción o causa de acción que surjan en relación a cualquier pérdida, enfermedad o lesión, incluida la muerte por mi parte o aquellos en contacto conmigo, como parte de mi decisión de entrar en las instalaciones del torneo”.
Habrá que ver si todos aquellos que tenían pensado jugar en el Abierto de los Estados Unidos aceptan dichas condiciones y habrá que esperar para ver que sucede con quienes no quieran firmar dicho documento, si se les dejará jugar o no, e incluso tener acceso a la “Burbuja” del complejo de Flushing Meadows en la urbe de hierro.