De acuerdo con una investigación del diario francés “Le Figaro”, el delantero del Paris Saint Germain, Kylian Mbappé, es el jugador más rápido del mundo asegurando que en espacio abierto corre a 36 kilómetros por hora.
En dicho estudio, la también figura de la selección francesa de apenas 21 años, supera por muy poco a Iñaki Williams, atacante del Athletic de Bilbao ya que el de origen ghanés ha llegado a marcar 35.7 km por hora.
En tercer sitio se encuentra Pierre Emerick Aubameyang, goleador del Arsenal de Inglaterra nacido en Gabón, quien puede moverse a una velocidad de 35.5 km por hora.
La lista de los 10 más veloces la completan:
- Karim Bellarabi (Ale/Marr-B.Leverkusen) 35.27
- Kyle Walker (Ing-Manchester City) 35.21
- Leroy Sané (Ale/Sen-Manchester City) 35.04
- Mohamed Salah (Egi-Liverpool) 35.00
- Kingsley Coman (Fra-Bayern Munich) 35.00
- Alvaro Odriozola (Esp-Bayern Munich) 34.99
- Nacho Fernández (Esp-Real Madrid) 34.62
Muchos cuestionan ya sin embargo este listado ya que en el mismo no aparecen el galés Gareth Bale del Real Madrid quien ha alcanzado los 36.2 km x hora, ni el peruano Luis Advíncula (Rayo Vallecano) quien alcanzó varias veces los 36.3, lo que llevaría a ambos a superar al famoso “Donatemlo” del poderoso PSG.
Otro jugador que ha superado la barrera de los 36 km (36.2) es el potente extremo del Wolverhampton Adama Traoré y tal parece que el periódico francés se olvidó por completo del futbol latinoamericano porque tampoco le dió un espacio a Jürgen Damm de los Tigres de nuestra LigaMX, quien ha cronometrado mâs de 35 km x hora cuando sí era tomado en cuenta por el Tuca.
Otros reclaman que no aparezca tampoco Cristiano Ronaldo, exjugador del Real Madrid y hoy en la Juventus, pero lo cierto es que el artillero portugués no ha pasado nunca, según varios listados y publicaciones, incluso de FIFA, de los 34.5 kilómetros por hora.
Realizar un estudio así resulta muy complicado ya que primero habría que establecer si es velocidad de arranque o velocidad mantenida, ó a que máxima distancia se tomó, para que sea una medida pareja para todos y además definir si la medición se hizo con la pelota en los pies o sin ésta de por medio porque cambian las circunstancias.