Un Rafael Nadal en plan grande y un Feliciano López como perfecta comparsa le dieron a España la calificación a su décima final de la historia en la Copa Davis y ahora deberán enfrentar a la sorpresiva escuadra canadiense, que avanzó a su primera serie por el título desde su debut en el torneo en 1913, tras vencer con unos inspirados doblistas Pospisil y Shapovalov, en la primera jornada del día a los rusos Rublev y Khachanov en poco más de dos horas del partido.
Los ibéricos derrotaron al equipo de Gran Bretaña 2-1 en una serie en la que nuevamente el número uno del mundo fue clave para superar el infortunio que azotó a sus compañeros durante la semana, primero a Roberto Bautista por la muerte de su padre, después a un lesionado Pablo Carreño y finalmente a Marcel Granollers que con molestias en el cuello no pudo tomar parte en el último y decisivo punto de dobles, en el que aún así y con mucho esfuerzo de por medio, eliminaron a la dupla conformada por Jamie Murray y Neil Skupski con parciales de 7-6 y 7-6, debiendo recurrir en ambos sets al tie-break para lograr un emocionante triunfo ante su público y en su casa, en la ” Caja Mágica” de Madrid, factor que por supuesto hace todavía más favorita a la “Armada”, que capitanea Sergi Bruguera, sobre la escuadra de la hoja de maple que deberá, como ya lo hizo ante Australia y Rusia, echar mano de lo mejor de su repertorio, pero sobre todo de su enorme ilusión y carácter, para lograr la hazaña de vencer ahora a los anfitriones y arrebatarles la gloria que ya han disfrutado cinco veces en nueve anteriores series por la ensaladera de plata, trofeo que ganaron los españoles por última ocasión en el 2011 en la Cartuja de Sevilla, dónde también el mallorquín llevó de la mano a los suyos para la gran conquista.
Todo está a favor de Nadal y compañía. La nueva era de la Copa Davis tendrá a su primer monarca en 24 horas y nadie, excepto el equipo de Canadá, cree que algo distinto pudiera suceder.