Los riesgos del deportista de alto rendimiento son normalmente muy altos. Y una muestra ms de ello es la dura lesión que acaba de sufrir Pablo Aguilar, defensa del Cruz Azul y uno de los mejores en la Liga MX desde su llegada a nuestro país.
El paraguayo resultó con ruptura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda tras un choque con un rival del Portmore United de Jamaica, en el video se ve como cae con todo su peso sobre su rodilla y está se desliza, ocurrió en el juego de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf y deberá ser operado lo mas pronto posible, por lo que la Máquina Cementera sufrirá su ausencia por lo menos durante los próximos meses, dependiendo de como responda el central guaraní al proceso quirúrgico esté es el principal método una vez que se haga la limpieza articular y se vea el grado de ruptura, la reparación del ligamento, será la solución. Además tomemos en cuenta que la evolución es más rápida por que se trata de una rodilla con muy buena fortaleza muscular, la rehabilitación posterior no deberá ser mayor a los 6 meses.
Para Robert Dante Siboldi será muy difícil suplir al ex-defensor de Tijuana y América, pero como todo en la vida y en el deporte, ésta será al mismo tiempo la gran oportunidad para que su relevo en la cancha, sea quien sea, se muestre y demuestre que nadie es indispensable, lo que seguramente será debatido por muchos, sobre todo entre los seguidores del conjunto celeste que ya comenzaron a decir que sin Pablo no habrá liguilla, algo que minimiza ciertamente al resto de jugadores del plantel cruzazulino.
Otros, un tanto ignorantes sobre los orígenes de las lesiones de un futbolista hablan con mucha ligereza sobre las causas que las generan y culpan o responsabilizan al preparador físico o al médico por no atender correctamente sus funciones dentro del equipo y nada más alejado de la realidad que eso, porque un ligamento no se rompe por un mal ejercicio o por un medicamento mal administrado. En general un ligamento simplemente se desgasta con la intensa actividad diaria y la gran exigencia física del deporte mismo y en otros casos un fuerte traumatismo o un movimiento, esté es el mecanismo del accidente, puede provocar la ruptura parcial o total de dicho ligamento sin que nadie tenga la culpa.
Eso si, dicha lesión es junto con la ruptura del tendón de Aquiles, una de las lesiones más temidas por un futbolista o cualquier otro deportista, incluso más que una fractura, sobre todo por el tipo de tejido que lo conforma y la elasticidad natural que requiere dicho soporte de la rodilla para permitir al jugador realizar todo aquello que lo hace ser distinto o especial, además de caminar o correr.
Hoy la máquina sufre por la lesión de Aguilar y en realidad lo extrañarán pero lo mismo sucede en cualquier equipo, como con Nico Benedetti o Nico Castillo en el América, o con Avilés Hurtado en el Monterrey, o Hugo Ayala en los Tigres, Brayan Angulo el de Puebla, o hasta con Dembelé en el Barcelona o Marco Asensio en en Real Madrid.
Las lesiones son parte del juego y partidos (retos) que se tienen también que disputar para al final resultar el vencedor.