A sangre fría
Por Karina Elián Salinas
Imagina que te encuentras inmerso en el desarrollo de un brutal asesinato cuyas víctimas fueron los miembros de una familia. El miedo y la angustia te hacen creer que cualquiera puede ser asesinado, pero también nace en ti la inquietud por saber la razón por la que ocurrió ese crimen y de investigar no solo a las víctimas sino también la vida de los asesinos.
Eso fue lo que ocurrió con el escritor y periodista estadounidense “Truman Capote”, cuando decidió averiguar el asesinato de una familia de Kansas ocurrido en los años cincuenta.
Desde el momento que el autor leyó la noticia en el diario, despertó el deseo por escribir una obra que relatara la historia de la ciudad y de la familia “Clutter”, dando como resultado la novela “A Sangre Fría”.
Su curiosidad en el asesinato lo llevó a pensar en el efecto que provocarían estos acontecimientos en un pueblo tan pequeño y alejado, por lo que decidió trasladarse a Kansas para realizar una serie de investigaciones en las que basaría la elaboración de su obra.
En la historia el periodista reconstruyó desde el día anterior al trágico suceso, describiendo el pueblo y adentrándonos a la vida de las cuatro personas asesinadas que conformaban una familia de granjeros respetada y apreciada, razón por la cual el crimen causó aún más conmoción tanto en personas cercanas como en los reporteros que invadieron el lugar.
Capote nos relata que el origen de los acontecimientos fue el robo realizado por dos convictos bajo libertad condicional de una supuesta caja fuerte que se encontraba en la casa de los “Clutter”, pero al no encontrarla decidieron asesinarlos.
A medida que avanzaba en la redacción de la novela, se topaba con un sinfín de hechos que lo tomaban por sorpresa, uno de los momentos claves fue cuando a la mitad de la historia se llevó a cabo la detención de los dos asesinos cambiando el rumbo del relato.
El periodista logró tener un vínculo directo con los criminales al realizar diversas entrevistas con ellos y seguir el proceso judicial, por lo que pudo mostrarnos con profundidad no solo la vida de las víctimas sino también la mentalidad de los ejecutores del crimen ayudando a visualizar los hechos con mayor claridad.
Considerada como la obra maestra de Capote, “A sangre fría” definió un nuevo género al que él mismo nombró “Novela Testimonio”, donde la narrativa muestra realismo al relatar un reportaje con solo unos toques de ficción, permitiendo una mezcla interesante entre periodismo y literatura.