Cruz Azul mostró su poderío en Toronto y ganó 3-1 en el arranque de los cuartos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf.
De inicio Juan Reynoso dejó en el banquillo a su mejor arma, al charrúa Jonathan Rodríguez y al símbolo Juio César Domínguez, pero los suplentes respondieron a la confianza de su ténico.
La Máquina poco a poco impuso su jerarquía en el primer duelo que resultó tal y como se esperaba, muy dinámico, intenso y disputado, con un cuadro canadiense sumamente agresivo e incisivo y una Máquina Cementera muy efectiva ante el marco y tomando una ventaja de madrugada ya que Bryan Angulo, quien inició en punta en lugar del “Cabecita”, hizo el 1-0 apenas a los 3 minutos del silbatazo inicial.
Aún así los locales no se vinieron abajo y por el contrario, empezaron a mover la pelota por todos lados haciendo mucho daño hasta hallar el 1-1 por medio del jugador de orígen colombiano, Jonathan Osorio, a los 20 minutos de actividad.
Los Cementeros, sin dar su mejor actuación, tampoco se volvieron locos y en una pelota parada, otra vez Angulo terminó por mandar la pelota a las redes a los 34 para el 2-1 en favor de los azules que ya en la segunda mitad, al minuto 58, abrieron la brecha con un certero cabezazo de Pablo Aguilar para el muy valioso 3-1 como visitantes, que estuvo a punto incluso de ser más escandaloso con un remate al poste del “Chaquito” Santiago Giménez.
Los de Toronto no aguantaron el ritmo, se fueron diluyendo física y futbolísticamente mientras Cruz Azul se llevaba una gran ventaja para la cita de vuelta y la definitiva que será la próxima semana, el martes 4 de mayo en el Estadio Azteca de la Ciudad de México, con la obligación para los de la MLS de ganar por tres goles de diferencia o estarán eliminados.
En el otro juego del día en la fase de cuartos de final, el Philadephia Union goleó 3-0 también como visitante al Atlanta United, que necesitará ganar por cuatro en la vuelta o dirá adiós al certamen.