Por René Sánchez
El beisbol también echará mano de la tecnología para minimizar errores y evitar polémicas, y el turno de apoyar es ahora de los hombres que hacen que se cumplan las reglas y que cantan los strikes y los outs detrás del plato.
La Asociación de Umpires de Grandes Ligas acordó apoyar y aceptar la utilización de un sistema automatizado para revisar bolas y strikes, como parte de un contrato de cinco años con las Grandes Ligas.
Dicho programa por computadora ya ha sido probado desde julio pasado en Ligas menores, como la del Atlántico y por los buenos comentarios y respuestas que ha generado está cada vez más cerca de ser utilizado en MLB, siempre y cuando se mejoren algunos detalles.
El sistema consiste de dos partes: la primera es un sensor ayuda al umpire para determinar si la pelota pasa o no por la zona de strike, avisando por medio de una señal por una especie de audífono y la segunda con la posibilidad de revisar una imagen para salir de dudas, al estilo de los otros deportes como el VAR en el futbol o la repetición instantánea en NFL ó MLB.
El funcionamiento dijeron algunos peloteros de dicha liga fue bueno cuando se trató de lanzamientos en la parte interna o externa de la zona de strike, pero también previnieron de algunas dudas y confusiones cuando captaba curvas muy altas o muy bajas como si fueran buenas pitcheadas por lo que se sugirió calibrar nuevamente el aditamento con estos nuevos valores o algoritmos, revisando también el sensor de movimiento a velocidades más altas como las que se dan en la Gran Carpa.
El mayor problema como siempre es la resistencia al cambio, a la modernización del juego, lo que podría quitarle esencia y protagonismo a los legendarios umpires, personajes que como en otros deportes, resultan ser los más criticados y los más odiados pese a lo difícil de su labor.
Ellos por lo menos ya aceptaron esa ayuda y esa ya es una gran ventaja.