ROJA PARA ZLATAN Y EL INTER ELIMINÓ AL MILÁN
El Inter es el primer semifinalista de la Copa de Italia tras vencer al Milán por 2-1 en una edición más del Derby della Madonnina, llamado así en honor de la estatua de la Asunción de la Virgen situada en lo alto de la Catedrál de Milán.
En un muy primer duelo de la etapa de los cuartos de final de la Copa de Italia disputado en el Estadio de San Siro (Guiseppe Meazza cuando el Inter es local), hubo de todo: goles, emociones, fuertes roces, conatos de bronca, polémicas, penales y expulsiones.
A los 24 minutos Romelu Lukaku exigió al arquero turco Tararusanu que tapó con la pierna izquierda el disparo del belga, pero poco más tarde y del otro lado, el que no perdonó fue el sueco Zlatan Ibrahimovic que con disparo de pierna derecha batió a Samir Handanovic para poner arriba al Milán 1-0 a los 30 minutos.
Fiel a su forma de ser, el mismo Zlatan protagonizó al min.45 un fuerte duelo verbal con Lukaku al que llamó “donkey” (burro) y los dos recibieron tarjeta amarilla justo antes de irse al descanso.
Ya en el complemento Tatarusanu se convirtió en factor salvando su arco varias veces y el duelo se complicó aún más para los rossoneros cuando Ibrahimovic olvidó que estaba ya amonestado y regaló su expulsión por una falta evitable sobre Kolarov y el castigo fue doble para los de Stefano Pioli porque poco después y ya con el rival encima, Rafael Leao cometería un penal que ejecutó correctamente Lukaku para igualar el clásico al minuto 70.
Y como no podía faltar el dato curioso en el Derby, al 80 el árbitro central Paolo Valeri se lesionó y tuvo que ser sustituído por Danielle Chiffi, el cuarto oficial, alargando el partido 10 minutos más hasta que el danés Christian Erikssen, al 96 y de tiro libre, marcó el gol de la voltereta, del triunfo para el Inter y de la derrota para el Milán, el tanto de la calificación nerazzurra para las semifinales de la Copa de Italia, un resultado justo porque los de Antonio Conte tuvieron la pelota el 66% del juego, porque patearon 27 veces y 10 con dirección de arco, mientras que el Milán sólo hizo 5 remates y el único a la porteria fue el gol de Ibrahimovic, el gran villano del día.
