Por René Sánchez
No hubo sorpresa y el más fuerte candidato para ganar Trofeo Heisman finalmente se quedó con él: Joe Burrow, mariscal de campo de la Universidad Estatal de Louisiana.
En la ceremonia número 85 realizada en el Times Square Theatre de Manhattan, Nueva York, el nacido en Aimes, Iowa, superó ampliamente en las votaciones a sus colegas Jalen Hurts de Oaklahoma y Justin Fields de Ohio State, así como al ala defensivo Chase Young de los mismos Buckeyes.
Burrow es apenas el segundo jugador surgido de la Universidad de Louisiana en conquistar el Heisman después del corredor Billy Cannon en 1959, hace ya 60 años.
El QB de los Tigres comandó la gran campaña invicta de 13-0 de la LSU conquistando así el título de su conferencia con cifras históricas para un ganador de este reconocimiento como son las 4,715 yardas conseguidas en la temporada, los 48 pases para touchdown con sólo 6 intercepciones para un porcentaje de efectividad del 77.9%.
Grandes nombres de anteriores ganadores del prestigioso trofeo que comenzó a entregarse en 1935 fueron Roger Staubach de la Naval en 1963. O.J.Simpson en 1968 con la USC, Jim Plunkett de Stanford en 1970, John Cappeletti con Penn State en 1973, Archie Griffin dos años seguidos en 74 y 75 con Ohio State, Tony Dorsett para Pittsburgh en 1976, Marcus Allen con la USC en 1981, Cam Newton de Auburn en 2010 o la gran sensación actual de la NFL, Lamar Jackson en 2016 con Louisville. El último ganador, en 2018, había sido Kyler Murray de Oaklahoma hoy QB de los Cardenales.
Tanto Jackson, como Murray y también Baker Mayfield en 2017 recibieron este galardón y después fueron primera selección colegial en sus respectivas ediciones del DRAFT de la NFL, lo que se pronostica que también suceda con Joe Burrow, a quién seguramente elegirían los Bengalíes de Cincinnati, hoy por hoy el peor equipo del futbol americano profesional o cualquier otra franquicia a la que le corresponda hacer el primer pick para el 2020.
