EN ROLAND GARROS
Lo de Nadia Podoroska en Roland Garros ya es un cuento de hadas.
La tenista argentina de 23 años logró lo impensado este martes al vencer a la ucraniana, quinta del mundo y tercera sembrada, Elina Svitolina, por 6-2 y 6-4 calificando a las semifinales como la primera en la historia del evento (en la era abierta) en lograrlo tras pasar por la Qualy y como la tercera en toda la historia de los torneos considerados Grand Slam.
Y es que la nacida en Rosario tuvo que luchar en la fase clasificatoria para llegar al cuadro principal, siempre como una desconocida y siempre abajo en los pronósticos de todos sus partidos, pero hoy ya cualquiera la mira con respeto y admiración porque ha hecho un torneo extraordinario y ya está entre las 4 mejores en París, algo que además su país, Argentina, no gozaba desde hace 16 años, en el 2004, cuando Paola Suárez cayó ante la rusa Maria Sharapova en semifinales de Roland Garros.
Campeona Panamericana en Lima 2019, Nadia ya había dado muestras de su calidad pero aún se encontraba muy lejos de la élite ya que entró al Abierto de Francia como la 131 del ranking femenil y se irá, tras asegurar hasta ahora al menos unos 780 puntos, entre las 40 mejores del mundo y con eso, en torneos posteriores, la chica de origen ruso y familia de farmacéuticos, no tendrá que pasar por la fase previa e irá directo a los Main Draw.
El otro gran cambio en la vida de Podoroska estará en el aspecto económico pues ya garantizó una ganancia de casi medio millón de euros (425,250), mucho más que los poco más de 300 mil que había acumulado en toda su carrera y con lo que podrá seguir pagando el sueldo de su equipo de trabajo: entrenador, fisioterapeuta, etc y además seguir viajando y compitiendo al más alto nivel.
Si la sudamericana llega a la final recibirá una cifra de 850 mil euros y si logra ser campeona obtendrá 1 millón 600 mil euros y toda la fama que soño algún día.
Sin muchas de las favoritas en competencia, y con las lesiones de otras como Serena Williams o Naomi Osaka, y ya eliminadas casi todas las sembradas, el destino parece abrirle la puerta de la historia a Nadia Podoroska.