Sueños destrozados. La otra cara de los festivales

Por Alex Rodríguez 

Días atrás mencionábamos acerca del famoso festival fallido “Knotfest” en donde hubo mucha frustración, enojo y claro instrumentos quemados valuados en 320 mil pesos (una batería Pearl), pero ¿Qué sucede con esa gente que tiene la ilusión de poder conocer a su artista favorito?

Este es el caso de un niño de nombre Axel de 14 años, originario de San Luis Potosí que trabajó un año entero en una taquería, para poder conocer a Slipknot su banda favorita. 

Lo único bueno y poco rescatable, en la espera logró ver a Corey Taylor asomarse al escenario, fue lo único que pudo disfrutar de ese día, pues por lo demás terminó con el corazón roto.

Se fue desilusionado cuando vio que el evento se canceló y tenía que regresar a SLP sin haberlos visto… al siguiente día no se sabía nada si tocarían o no… su papá al ver la cara de desilusión de su hijo le dijo que regresarían a México por si tocaban, ilusionado y esperanzado se fueron a la central y tomaron un autobús hacia México llegaron a las 6:00 pm aproximadamente al parque Oceanía nuevamente, para enterarse que Slipknot había cancelado definitivamente.