Cuánto lamenta hoy el Barcelona no haberle hecho caso a Hristo Stoichkov cuando el delantero búlgaro les recomendó fichar a un zurdo canadiense escuálido pero muy habilidoso y dinámico que jugaba en la MLS.
En su momento la directiva culé dijo que no les importaba un futbolista de la liga estadounidense como Aphonso Davies, el mismo que apenas con 19 años de edad los hizo pedazos en los cuartos de final. Alineando con Bayern Munich venció al PSG para conquistar su sexta corona de la Champions League.
De origen africano, de sangre liberiana, de cuna humilde pero guerrera, sumido de niño y junto a sus padres en la desgracia de la pobreza, con un futuro incierto antes de huir de su país por la guerra civil que había destinado a la familia a un campo de refugiados, la vida de Alphonso no pintaba mejor que para muchos de sus amigos de su ciudad natal en Monrovia.
Sin embargo el destino le tenía preparado algo especial en Edmonton, Canadá, adonde llegó como muchos otros refugiados, con menos preocupaciones y mas sonrisas. Con tiempo suficiente para estudiar y hacer deporte, para empezar una carrera en el futbol hasta convertirse en goleador de la USL con apenas 14 años.
Dueño de una zurda envidiable, de una velocidad incomparable, de un potente disparo, pero sobre todo de una alegría por disfrutar el juego, el jóven Alphonso comenzó a madurar fuera y dentro de la cancha tras debutar en la MLS a los 15 años con los Vancouver Whitecaps.
En 2018 una gira del Bayern Munich en Estados Unidos le cambió la vida, otra vez. Los fríos alemanes lo vieron jugar y se enamoraron de él, pagando 11 millones de dólares por sus derechos de contrato y aceptando dejarle un porcentaje de venta posterior y bonos por objetivos cumplidos a su anterior equipo, nada que hoy no haya valido la pena por llevarlo a europa, a brillar entre los mejores y a conquistarlo todo con el club bávaro, que hoy se congratula por haber hecho lo que el Barça no quiso.