por la redacción de Odisea Deportiva.
Con el fallecimiento del empresario Jorge Vergara el pasado 15 de noviembre, es momento de recordar algunas anécdotas de este hombre que impulsó la participación de los jugadores mexicanos en la liga nacional de futbol.
Si bien Jorge Carlos Vergara Madrigal quizá sea más conocido por ser el dueño del equipo de futbol mexicano “Chivas” de Guadalajara, su historia como empresario es digna de llevarse al cine (industria en la que también invirtió).
Vergara nace como muchos empresarios, orillados por la necesidad. Durante un entrevista para la revista Forbes cita; “La historia de Omnilife comenzó por tres razones: porque estaba gordo, quebrado y enfermo”. Es así cómo él resumió sus inicios como empresario, era simple: necesitaba dinero.
El éxito de su empresa Omnilife (creada en 1991) le permitió realizar otro de sus sueños comprar un equipo de la liga nacional de futbol mexicano. Antes de adquirir el equipo de “Chivas”, Vergara pensó en comprar a los “Rojinegros” del Atlas, equipo del que era fanático.
Pero el camino era otro y eso lo llevó a incursionar en el balompié nacional al adquirir al equipo de Chivas en el 2002.
Dentro de sus discursos Vergara destacó; que su equipo es el único con más jugadores mexicanos en sus filas y la construcción de su propio estadio (cuando nadie consideraba que fuera capaz de lograrlo), el trabajo de Vergara ha dejado una herencia no sólo a sus familiares, sino a los tapatíos y al futbol mexicano.